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El gobernador de Texas, Greg Abbott, deslizó este miércoles la idea de desafiar una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que garantiza la educación pública y gratuita a los menores inmigrantes que estén en una situación irregular en el país.
Abbott, un republicano, causó polémica recientemente por enviar a migrantes a Washington DC en autobuses, una medida que fue criticada organizaciones de derechos humanos, que consideran que se trata de una jugada política en medio de su campaña para la reelección y una medida que escapa de sus funciones como representante estatal.
Ahora, este nuevo plan, más allá de si se concreta o no, podría generar una nueva controversia en torno al tema migratorio.
“Creo que resucitaremos ese caso y cuestionaremos este problema nuevamente, porque los gastos son extraordinarios y los tiempos son diferentes a cuando se emitió Plyler v. Doe hace muchos años”, dijo Abbott durante una entrevista de radio el miércoles.
Abbott habló en referencia a una sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos que en 1982 anuló una ley de Texas que bloqueaba fondos estatales a escuelas para que no pudiesen recibir a menores indocumentados.
En ese entonces, el máximo tribunal determinó que “la educación tiene un papel fundamental al mantener tejido de nuestra sociedad” y que negársela a los menores que estén en una situación migratoria irregular “no se condice con concepciones fundamentales de justicia”.
Las personas que viven sin documentación en el país siguen siendo personas «en cualquier sentido ordinario del término» y, por lo tanto, tienen los mismos derechos básicos que cualquier otra persona en el país, dijo la Corte Suprema.
Abbott hizo los comentarios en medio de una conversación sobre lo que él cataloga como una próxima llegada «en masa» de migrantes por la frontera sur de Estados Unidos. En abril había anunciado ya un plan para contenerla en medio de los planes del gobierno de Joe Biden de poner fin a la política sanitaria Título 42. Pero ello ha quedado en suspenso tras una decisión judicial.
Cuando Abbott hizo su anuncio en abril dijo que habilitaría unos 900 autobuses charter para enviar a los «inmigrantes ilegales» desde Texas a las escaleras del Capitolio, en Washington DC. Pero poco después, su oficina precisó que no impondría la medida, sino que trasladarían a aquellos que lo pidieran voluntariamente y solo después de que fueran procesados y liberados por el Departamento de Seguridad Nacional.
Información Univisión
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