
La derrota del Manchester United, en condición de visitante, contra el Everton en la jornada 32 de la Premier League trajo consigo una reacción inesperada de parte de Cristiano Ronaldo, delantero de los Diablos Rojos, de intachable conducta y profesionalismo. Luego del encuentro en el pasillo que lo antecede, agredió a un niño.
Jake Harding es un niño de 14 años que tiene autismo y dispraxia. Junto a su madre, Sarah Kelly, había ido al Estadio Goodison Park para ver -por primera vez- un partido a un campo de fútbol.
Según publica al periódico Liverpool Echo, su madre dio detalles de cómo se dio la triste situación. “Al finalizar el partido, los jugadores de Manchester United comenzaron a caminar hacia el vestuario. Estábamos en la parte de Park End, así que estábamos justo al lado del túnel por donde pasaban caminando. Mi hijo estaba allí grabándolos a todos”, comenzó.
“Filmó a todos los jugadores del United caminando. Luego, bajó el teléfono porque Ronaldo se había bajado las medias y le sangraba la pierna y el quería ver qué pasaba, pero ni siquiera le habló. Entonces, Ronaldo pasó caminando, con un temperamento terrible, le arrancó el teléfono a mi hijo de la mano y siguió caminando”.
En la grabación se puede ver que el jugador de la selección de Portugal estaba fuera de sí, y tuvo una repudiable acción contra Harding.

Además, contó que su hijo está “en shock” por lo sucedido, y profundizó: “Está realmente molesto. Esto lo desanima por completo a volver a una cancha porque era el primer partido de fútbol en el que había estado y ocurrió esto”.
En las últimas horas, tras el lamentable suceso, el atacante de 37 años se expresó en sus redes sociales e invitó al hincha agredido a presenciar un partido en el Old Trafford: “Nunca es fácil lidiar con las emociones en momentos difíciles como el que estamos viviendo. Sin embargo, siempre tenemos que ser respetuosos, pacientes y dar el ejemplo a todos los jóvenes que aman el juego bonito. Me gustaría disculparme por mi exabrupto y, si es posible, invitar a este seguidor a ver un partido en Old Trafford como muestra de juego limpio y deportividad”.
Redacción e imágenes La Nación