Un nuevo paso de Estados Unidos sobre asuntos migratorios puso de su lado a 19 países bajo la Declaración de Los Ángeles en la Cumbre de las Américas, un plan impulsado por el Gobierno del presidente Joe Biden para intentar detener la inmigración irregular bajo tres ejes: ofrecer más oportunidades, ampliar número de asilados y reforzar las fronteras.
“Estamos comprometidos a proteger la seguridad y dignidad de todas las personas migrantes, refugiadas, solicitantes de asilo y apátridas, independientemente de su estatus migratorio, así como respetando sus derechos humanos y libertades fundamentales”, se lee en la Declaratoria. “Tenemos la intención de cooperar estrechamente para facilitar una migración segura, ordenada, humana y regular”.
El acuerdo anota la necesidad de un mayor control de las fronteras, lo cual incluirá deportaciones y la implementación de un operativo contra traficantes de personas o “coyotes”.
“En el caso de ciudadanos extranjeros sin necesidad de protección internacional y sin una base legal para permanecer en su país de presencia, nos comprometemos a realizar cualquier retorno de manera consistente con nuestras respectivas obligaciones en virtud del derecho internacional”, se indica.
Los países firmantes son Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos y Uruguay.
La Opinion